ESTA NOCHE
Acelerar esta muerte tan súbita, tan lenta,
tan sanguinaria, esta agonía dislocada de vivir,
este caminar improvisado, nocturno, descabellado,
este no saber, aun después de ir aprendiendo.
Esta sorpresa sádica, esta lujuria breve, engañosa,
este palpitar acelerado, este pesar tan resignado,
esta esperanza tan estúpida, esta llama tan viciosa, tan inexistente,
esta fuente que se agota sin control alguno.
Esta arena que cae suave detrás de nuestros ojos,
¿a dónde está?, ¿a dónde?
La respuesta murió enterrada,
la vida no tiene permiso,
se nos extravió el enjambre,
se nos secó la lluvia,
se nos torció la fe.
Agonizó la misma agonía, murió la misma muerte,
y jamás vivió la vida.
Muerte atroz, muda irrespetuosa,
ciega impertinente, anosmia vanidosa,
eres la única que queda.
Nada vale nada, no buscas misterios,
ni dejas respuestas.
Dolor de nada sufres aunque dueles,
mientras llevas, y llevas y duele,
muerte, aprietas lentamente mi cuerpo
y aún no me das una fecha de vencimiento.
